El pepino forma parte de la familia de las cucurbitáceas y de la especie Cucumis sativus, de las que existen diferentes tipos: las variedades cultivadas al aire libre, cuya piel está recubierta con unas pequeñas espinas; las variedades de invernadero, de piel lisa; el pepino «Sikkim» con piel de tonos rojos y naranjos; los pepinos con frutos muy pequeños para conservas, como los pepinillos; y los pepinos redondos.
El pepino es una planta monoica, es decir, una misma planta posee flores femeninas y masculinas. Es posible distinguir las flores femeninas por su ovario, que se encuentra ubicado debajo de la flor, un pequeño pepino que se desarrollará una vez que la flor sea polinizada. Las flores masculinas son las primeras en aparecer y se encuentran ubicadas en el extremo de los tallos.
Las flores se abren solamente durante un día.
Pueden autofecundarse, es decir, una flor femenina puede ser fertilizada por una flor masculina de la misma planta, pero predominan las polinizaciones cruzadas entre dos plantas.
Las flores del pepino son polinizadas por los insectos, principalmente por las abejas.
Todas las variedades de la especie Cucumis sativus se pueden cruzar entre si, pero no pueden hacerlo con los melones, las sandías y las calabazas.
Para evitar cruces, es necesario cultivar las variedades de pepino a una distancia de al menos 1 kilómetro entre ellas. Esta distancia puede reducirse a 500 metros, en caso de que haya una barrera natural, como un seto o una hilera de árboles.
Hay varios métodos para producir semillas de distintas variedades de pepino en un mismo huerto.
El primero consiste en cubrir completamente las plantas con una malla mosquitera e introducir colmenas con abejas o abejorros.
En el segundo método, se protegen las variedades con mallas mosquiteras diferentes y se abren de manera alternada, cada dos días, dejando que los insectos silvestres hagan su trabajo. En este caso el rendimiento será menor ya que no todas las flores serán polinizadas.
También es posible polinizar las flores a mano. Este método es un poco más delicado que cuando se polinizan las calabazas o los zucchini, ya que las flores son mucho más pequeñas.
Para conocer más sobre estos tres métodos, se pueden consultar los módulos sobre técnicas de aislamiento y polinización manual en el «ABC de la producción de semillas».
El cultivo de las plantas para la producción de semilla es igual que el de los pepinos para el consumo.
Para asegurar una mayor diversidad genética, se recomienda tener un mínimo de 6 plantas, aunque lo ideal es cultivar al menos 12.
Las plantas para la producción de semillas se seleccionarán en función de las características propias de la variedad. Se elegirán las plantas más vigorosas, en las que los frutos se hayan desarrollado mejor y se eliminarán las plantas enfermas.
El nivel de maduración de los pepinos destinados a la producción de semillas no es el mismo que el de los pepinos destinados al consumo, que generalmente se cosechan inmaduros.
Para obtener las semillas, el fruto se deja madurar totalmente, hasta que alcance su tamaño definitivo y se observe un cambio de color.
También es posible cosecharlo un poco antes de la madurez total y dejar que termine este proceso en un lugar templado. Las semillas serán incluso más fértiles.
Para extraer las semillas se corta el pepino, se saca la pulpa con las semillas y se deja fermentar durante algunos días. La fermentación hará desaparecer la cubierta viscosa que envuelve las semillas.
Para más detalles, se puede consultar el módulo sobre las técnicas de limpieza con agua, en el «ABC de la producción de Semillas».
Luego se lavan las semillas en un colador, bajo un chorro de agua.
Para eliminar las semillas vacías y estériles, se ponen en un recipiente con agua. Las semillas que estén llenas caerán al fondo y las que estén vacías quedarán flotando en la superficie. Después se sacan las semillas llenas, se enjuagan con agua y se secan en un lugar bien ventilado y protegidas del sol. Al final se frotan entre sí para despegarlas.
Se puede saber que están bien secas si se quiebran al intentar doblarlas.
La etiqueta con el nombre de la variedad, la especie y el año de cosecha se coloca siempre en el interior de la bolsita. Si se escribiera en el exterior, podría borrarse.
Las semillas se pueden dejar durante unos días en el congelador, para eliminar algunos parásitos.
Las semillas de pepino tienen una viabilidad de 6 años, a veces más. Esta capacidad puede extenderse conservándolas a baja temperatura.
Un gramo contiene entre 30 y 40 semillas de pepino aproximadamente.