El rábano forma parte de la familia de las brásicas y de la especie raphanus sativus, en la que se incluyen, entre otros, los rabanitos, como el raphanus sativus sativus y los rábanos grandes, como el rábano negro (raphanus sativus niger). Existen diferentes variedades, que pueden ser de verano, de otoño o de invierno.
Los rabanitos son en su mayoría blancos, rosados o rojos. También se pueden encontrar variedades de color amarillo, gris, violeta o negro, con raíces más o menos alargadas. Los rábanos grandes son de color blanco, rosado, violeta o negro, con raíces redondas o alargadas y de diferentes longitudes.
Las flores del rábano son hermafroditas, es decir, contienen los órganos sexuales másculinos y femeninos. Sin embargo, la mayoría de las variedades son auto-incompatibles: el polen de una planta puede fecundar solamente las flores de otra planta. Para lograr una buena polinización, se deben cultivar en grupo. Se trata por tanto de una planta alógama, que se poliniza principalmente gracias a los insectos. Las flores del rábano son de color blanco o violeta. Producen mucho néctar y atraen una gran cantidad de abejas.
Los cruces son posibles entre todas las variedades de rábano, e incluso entre las dos subespecies: sativus y niger.
Con el fin de conservar la pureza varietal, las variedades se deben cultivar a una distancia de 1 kilómetro entre ellas.
Esta distancia se puede reducir a 500 metros si hay una barrera natural como un gran seto o una hilera de árboles.
Para cultivar dos variedades en el mismo huerto, se puede practicar el aislamiento varietal, con mallas mosquiteras abiertas de manera alternada o con un mosquitero fijo con colmenas de insectos.
Para más detalles, se puede consultar el módulo sobre las técnicas de aislamiento, en el «ABC de la producción de semillas».
Esta película fue hecha en una zona de clima templado, en el hemisferio norte. No olviden adecuar el calendario al clima de su localidad.
Los rabanitos son plantas anuales. Una siembra temprana a principios de primavera permitirá cosechar las semillas maduras a fines del verano.
De un cultivo de 50 a 100 rábanos, se seleccionan unos 15 o 20 para la producción de semillas y para observarlos mejor, se desentierran. A continuación, los rábanos seleccionados se vuelven a plantar, enterrándolos completamente y dejando una distancia de 25 cm entre ellos y de 30 cm entre cada línea. Se riegan abundantemente.
Los rábanos grandes son plantas bianuales. Para la producción de semillas se siembran en verano. Pasarán el invierno en la tierra y florecerán y formarán sus semillas durante el año siguiente.
A finales del otoño se desenterrarán y seleccionarán.
La producción de semillas de rábano se realiza con plantas sanas, que se hayan observado durante todo su período de crecimiento, lo que permitirá conocer todas sus características: el tamaño, el color, el vigor y la velocidad de crecimiento de la planta, la resistencia a las enfermedades, el momento de floración, su consistencia, su porosidad y su sabor.
Se cortan las hojas, sin dañar el cuello y luego los rábanos se almacenan en un silo, en arena húmeda o en bolsas plásticas de conservación. Durante el invierno se dejan en un lugar fresco pero protegidos de las heladas. Habrá que controlarlos regularmente a lo largo del invierno para eliminar los que se hayan podrido.
Los rábanos se volverán a plantar en primavera, directamente en la tierra, dejando una distancia de 25 centímetros entre ellos y 30 centímetros entre las líneas. Después se riegan abundantemente.
Las plantas pueden alcanzar una altura de entre 1 metro y medio y 2 metros, por lo que se deben instalar tutores. Las semillas estarán maduras cuando las vainas se vuelvan de un color café o marrón claro.
En general, no todos los tallos maduran al mismo tiempo. Por ello, será necesario cosechar las vainas a medida que vayan madurando, para no perder semillas. También se podrá cosechar la planta entera antes de que todas las semillas estén maduras. Se dejarán secar en un sitio seco y ventilado para que se complete el proceso de maduración.
Las semillas del rábano están listas para la extracción cuando las vainas se pueden romper fácilmente entre los dedos.
Para la extracción de las semillas, se pueden romper las vainas con un rodillo. También se pueden poner en una bolsa y golpearla sobre una superficie blanda.
Para cantidades más grandes, se puede caminar por encima o incluso pasar con un vehículo sobre ellas.
Si hay vainas que no se abren con facilidad, probablemente contienen semillas inmaduras que no germinarán bien.
Para el cribado, primero se utilizan tamices que retienen los desechos más grandes y dejan pasar las semillas y a continuación se eliminan los restos más pequeños con un tamiz fino que retiene las semillas.
Finalmente se ventean, ya sea soplando o con ayuda del viento para eliminar los últimos desechos.
La etiqueta con el nombre de la variedad, la especie y el año de cosecha se coloca siempre en el interior de la bolsita. Si se escribiera en el exterior, podría borrarse.
Dejar las semillas en el congelador durante unos días elimina ciertos parásitos.
Las semillas de rábano tienen una viabilidad de 5 a 10 años. Esta duración se puede prolongar con un almacenamiento a baja temperatura.